Muy pocas fructificaciones en general, escasas y con poca representación lo que nos ha obligado a una observación más minuciosa y con ello a fijarnos en especies que en otras ocasiones nos pasan desapercibidas.
Es el caso del Geoglossum glabrum, unos Ascomicetos en forma de espátula oscura, bastante consistente y que pasan desapercibidos entre las hojas.
También nos pasan desapercibidas las negrillas de encina, Tricholoma gausapatum, de aspecto totalmete similar a las negrillas de pino, Tricholoma terreum, en este caso presenta una delicada cortina de filamentos, pero la confirmación de la especie hay que hacerla con el microscopio y sobre la cutícula del sombrero.
La cutícula está formada exclusivamente por dos capas de hifas, una de hifas gruesas y otra externas de hifas finas y pigmentadas, a diferencia del Tr. terreum que presenta tres capas.
Y diminutos discos hialinos que corresponden al Coprotus granuliformis.
Su identificación se basa en el tipo de ascas que no son alargadas como las de la mayoría de los Ascomicetos.
Relación completa de especies observadas
Ascobolus furfuraceus,
Cheilymenia stercorea, Coprinopsis lagopus, Coprotus granuliformis, Geoglossum
glabrum, Hebeloma laterinum, Hebeloma laterinum, Hydnum albidum, Hydnum
rufescens, Hygrophorus leucophaeo-ilicis, Hygrophorus penarius, Hypomyces
chrysospermus, Lactarius chrysorrheus, Leccinellum lepidum, Leocarpus fragilis,
Macrolepiota mastoidea, Otidea cochleata, Poronia punctata, Radulomyces molaris,
Trametes versicolor, Tremella aurantia, Tricholoma gausapatum,
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