miércoles, 29 de noviembre de 2017

Valle de Ollo (26/11/2017) Carrascal

Cuando no encontramos setas en el suelo es momento de mirar a las ramas, cortezas y troncos muertos que mejor conservan humedad y nunca defraudan..
 Desarrollando entre la humedad que conserva los musgos de las cortezas encontramos varias micenas cortícolas como la Mycena alba = Phloeomana alba.
 Frecuentemente confundida con la Mycena pseudocorticola para cuya diferenciación hay que acudir al microscopio y comprobar que cómo son los cistidios, en esta especie ni digitados.
 Muy parecida pero con más colorido marrón rojizo la Mycena meliigena = M. corticola, con unos precioso cistidios en brocha.
 Presenta unas pocas láminas adnatas.
 Con una colorido mucho más llamativo y pie mucho más largo la Mycena acícula, muy parecida ala Gerronema fíbula que presenta láminas decurrentes.
 Pequeñas masas gelatinosas de Dacrymyces stillatus.
 Y sin duda la especie más grande y más peligrosa, mortal, la Galerina marginata provista de un anillo en el pie.
 Y por supuesto son muchos los Afiloforales en forma de costra que encontramos, entre ellos destacaremos dos con himenio en aguijones, el Radulomyce molaris.
 Y con aguijones más finos y esporas más alargadas y cilíndricas la Hyphodontia quercina.
Más rara y con himenio formado por poros la Kneiffiella flavipora que como en las anteriores requiere el microscopio para ver sus diminutas esporas.
 Y entre las pocas especies observadas en suelo destacaremos la estrella de tierra higroscópica, Astraeus hygrometricus, cuya envuelta externa o peridio se revuelve hacia dentro cuando se seca.
 La Galerina vittiformis entre los musgos donde se conserva el mayor grado de humedad.
Y terminaremos este recorrido con el regalo para el estómago la galamperna, Macrolepiota mastoidea.

Relación de especies observadas.

Astraeus hygrometricus, Byssomerulius corium, Clitocybe nebularis, Dacrymyces stillatus, Daedaleopsis nitida, Galerina vittiformis, Gymnopus dryophilus, Hymenoscyphus fructigenus, Hyphodontia quercina, Kneiffiella flavipora, Lepista nuda, Lycoperdon umbrinum, Macrolepiota mastoidea, Mycena acicula, Mycena filopes, Mycena meliigena, Mycena vitilis, Peniophora quercina, Phloeomana alba, Radulomyces molaris, Rhodocollybia butyracea, Sarcoscypha coccinea, Stereum hirsutum, Trametes versicolor, Tremella mesenterica, 

miércoles, 22 de noviembre de 2017

Montejurra (19/11/2017) Carrascales

Muy muy muy,...seco, pocos años he observado estos carrascales tan secos por estas fecha, pero como siempre mirando y paseando se encuentra algunas cosas interesantes.
 En general estos bosques son muy ricos en especies de Cortinarius, pero ahora solo he observado esta preciosidad, el Cortinarius variiformis, aunque me resulta muy difícil diferenciar del Cortinarius caligatus que yo creo que son la misma especie.
 Sus espectaculares láminas azules al principio y su pie con bandas y más o menos radicante son sus principales caracteres.
 Otra seta interesante es el Lyophyllum infumatum cuyas partes se ponen grisáceas al manipularlas.
 Y muy seco y con una coloración muy oscura la Macrolepiota procera, la gran galamperna.
 Aunque los "pedos de lobo" son muy comunes existen varias especies y una de ellas, no de las más comunes es el Lycoperdon umbrinum, con superficie externa o peridio externo recubierto de finos aguijones agrupados.
 No podía faltar la común Mycena pura, con fuerte olor a patataq.
 Y otra galamaperna, pero mucho más peligrosa que la anterior, aunque muy pequeña y reseca, Lepiota magnispora, que se diferencia de la común L. clypeolaria por sus esporas de mucho mayor tamaño.
 Y lo que más abundan y generalmente pasan desapercibidas para la mayoría de los "seteros" son las pequeñas setas, tan importantes en la naturaleza como las grandes setas, como es el caso de la Mycena polygramma,
Y entre los musgos la Mycen vitrea y en este caso una forma bispórica de grandes esporas.

RELACIÓN DE ESPECIES OBSERVADAS

Astraeus hygrometricus, Clitocybe nebularis, Cortinarius variiformis, Cystoderma amianthinum, Fuscoporia torulosa, Gymnopus dryophilus, Hypholoma fasciculare, Lactarius chrysorrheus, Lepiota magnispora, Lycoperdon umbrinum, Lyophyllum infumatum, Macrolepiota procera, Mycena polygramma, Mycena pura, Mycena vitrea f_bisporica, Rhodocollybia butyracea, 

jueves, 16 de noviembre de 2017

Entolomas o setas engañosas tricolomoides

Los entolomas o setas engañosas son las especies del género Entoloma, antiguamente conocidos como Rhodophyllus llamado así por el color rosado de sus láminas en la madurez ya que su esporada es rosa. Comprende un gran número de especies de muy complicada determinación, con una morfología muy variable que recuerda la de otros géneros tales como Tricholoma, Clitocybe, Mycena, Collybia, Leucopaxillus, Agaricus, etc, de ahí que se conozcan como setas engañosas. Salvo alguna excepción la mayor parte son tóxicas y causantes de un gran número de intoxicaciones precisamente por su aspecto en muchos casos agradable y apetitoso y por supuesto por sus parecidos con otras especies comestibles.
La especie más común y peligrosa y la que más intoxicaciones genera en Navarra y posiblemente en todo España es el Entoloma sinuatum, una gran seta de gran porte, un aroma excelente harinoso y con grandes parecidos con otras muchas especies comestibles como el Calocybe gambosa o seta de primavera, el Clitocybe nebularis o pardilla, el Agaricus arvensis o champiñón de prado, etc, de todas ellas se diferencia por sus láminas amarillentas y rosadas en la madurez y escotadas junto al pie.

Lo más característico de las entolomas es precisamente sus esporas que en masa son de color rosado y que tiñen de este color las láminas, el alto del pie y a veces partes de otras setas sobre las que se apoyan.
También es característico de los entolomas las formas microscópicas de sus esporas poligonales, algo poco usual entre hongos y que permite identificarlas fácilmente con pequeñas muestras
Otra de las especies más comunes es el Entoloma rhodopolium de sombrero grisáceo o marrón grisáceo claro y un poco higrófano y pie rosado.
En los prados también es común el Entoloma sericeum que podría confundirse con alguna senderuela, pero presenta sombrero grisáceo e higrófano, láminas rosadas y en general pie y sombrero muy frágil.
El Entoloma lividoalbum es una especie de porte de un Tricholoma, pero con láminas rosadas en la madurez y sombrero marrón claro higrófano, con fuerte olor y sabor harinoso. 
Aunque la mayoría de las especies de este grupo son tóxicas hay algunas comestibles, pero poco recomendables por los riesgos de confusión, entre ellas está la molinera, Clitopilus prunulus, que a diferencia de las especies del género Entoloma, ésta tiene las láminas muy decurrentes rosadas en la madurez y un fuerte olor de harina.
Y otra de las especies de entoloma comestibles y de gran belleza es el Entoloma bloxamii, de un bonito color azulado en sombrero y pie y por supuesto láminas escotadas y rosadas en la madurez.
Y por último entre las especies comestibles de este grupo mencionaríamos el Entoloma clypeatum típica especie primaveral.

Esquema muy simplificado de las principales especies de Entoloma de porte tricolomoide


Otras muchas especies de Entoloma son menos problemáticas por su escasa carnosidad y porte delicado.

jueves, 2 de noviembre de 2017

Volvarias

Las volvarias son setas comestibles y algunas cultivadas poco conocidas y en general poco consumidas por sus parecidos con otras especies tóxicas como las amanitas mortales, Amanita verna o Amanita phalloides. En realidad son un grupo de hongos próximos a las amanitas y que comparten varias características como son el porte estilizado, el pie separable del sombrero y la presencia de una volva membranosa en la base, pero difiere fundamentalmente por su esporada rosa que tiñe de esta coloración las láminas en la madurez.
La especie más interesante y la de mayor porte es el Volvopluteus gloiocephalus = Volvariella gloiocephala de sombrero viscoso que desarrolla sobre serrín, en pacas de paja, en cultivos de barbecho y en general en ambientes muy nitrófilos. La V. volvácea es similar pero de sombrero seco y otras diferencias microscópicas.
También de gran porte la Volvariella bombycina presenta un sombrero seco y afelpado y una gran volva ocrácea en la madurez y típicamente desarrolla en la base de troncos o tocones.
Volvarias más pequeñas y con menos interés gastronómico, pero sí micológico, encontramos otras especies, algunas especialmente curiosas como la Volvariella surrecta que desarrolla sobre carpóforos de otras especies, especialmente pardillas o illarrakas, Clitocybe nebularis.
Sobre otros sustratos encontramos la Volvariella hypopithys de sombrero blanquecino y liso
Y la más rara del grupo la Volvariella caesiotincta de sombrero grisáceo y sin interés culinario pro su rareza

Esquema de las principales especies de Volvaria s.l.