martes, 24 de junio de 2025

Señorío de Bértiz (22/6/2025) Hayedo

 Una gran riqueza de hongos sobre la gran cantidad de troncos en avanzado estado de descomposición que encontramos en todo el paseo, además de los típicos Afiloforales (yesqueros) y Ascomicetos estromáticos, en esta ocasión hay que destacar los Mixomicetos y alguna otra especie de Agarical de gran intereés, incluso primera cita para Navarra.



Dos especies de Stemonitis, características por su morfología, unos especies de pelos negros con una malla cilíndrica, el capillicio, donde se forman las esporas, aunque pendiente de confirmar creemos que se tratas del Stemonitis fusca y del Stemonites ferruginosa de pie más largo.


Mucho más común y muy evidente el Fuligo séptica, forma como unas almohadillas mucho más amarillas de lo que aparecen en las fotos, en cuyo interior se forma una masa negra de esporas.


Igualmente curiosa la Ceratiomyxa fruticulosa que forman como unos diminutos ramilletes de esporangios blancos.


También sobre ramas y troncos hemos observado algunos pleurotos interesantes en forma de conchas, entre ellos el Crepidotus crocophyllus, de superficie finamente escamosilla.


Y su congénere, mucho más común, el Crepidotus applanatus de superficie lisa.


Ambos con esporas esféricas, casi lisas, muy parecidas.


Y aunque a primera vista puedan parecer formas más grandes de las anteriores, el Pleurotus pulmonarius presenta láminas y esporada blanca (los anteriores ocrácea), es mucho más grande y consistentes y un buen comestible.


Como también es un buen comestible el políporo azufrado, Laetioporus sulphureus.


Y aunque parezca difícil en esta fecha y con estos calores, hemos tenido la suerte de observar en suelo esta delicada especie, primera cita para Navarra, se trata del Ephemerocybe subdisseminata.



Macroscópicamente podría parece una Parasola plicatilis, un Tulosesus o algún otro Coprinellus, con sombrero plisado sin velo general, sin embargo, lo que lo caracteriza son los cistidios que presenta en la cutícula, largos cilíndricos y con terminación redondeada o casi claviforme.


Y sus grandes esporas fusiformes, muy oscuras y provistas de un poro germinativo excéntrico.


Otra especie interesante observada sobres restos muy descompuestos de madera ha sido el Inocybe ovatocystis, con sombrero muy finamente escamosillo.



Su nombre le viene de los peculiares cistidios que presenta tanto en las aristas de las láminas como en las caras, en forma de biberón, cortos y globosos, terminados en una punta o apículo, en muchos casos coronados de cristalitos y sus grandes esporas nodulosas.


Y terminaremos con la mención de algunas especies carnosas observadas que en estas condiciones de calor son todo un acontecimiento, es el caso de la Russula aurora, de lámins y esporada muy blanca y por supuesto no picante.


La Psathyrella candolleana, de sombrero blanco y delicado y láminas grisáceas en la madurez.


Y por último haremos mención de los Cantharellus observados, de manera poco menos que anecdótica, el C. pallens y el pequeño Cantharellus friesii, de la foto.

martes, 17 de junio de 2025

Eraul (valle de Yerri) (15/6/2025) Carrascal.

 Bosque muy verde con gran desarrollo de las hierbas pero prácticamente limpio de fructificaciones de hongos carnosos, sí algunos hongos lignícolas, especialmente Afiloforales.


Como especie extraordinaria observada esta rúsula de coloración muy clara, carne de uns abor muy agradable, no picante y láminas blancas. En las comunidades mediterráneas es común con esta morfología la Russula ilicis, bastante consistente, sin embargo, en este caso se trata de la Russula vesca.


La principal diferencia es la esporada blanca de ésta frece a crema oscuro de la R. ilicis


A nivel microscópico presenta una cutícula formada por ramilletes de pelos articulados.


Basidios ventrudos o claviformes y cistidios un poco apendiculados en la extremidad.

Y unas esporas decoradas con pequeñas verrugas amiloides aisladas o con muy finos hilillos 



Algunos excrementos de caballo aparecen como decorados con candelabros de Coprinopsis nivea, una seta blanca, con sombrero pulverulento y muy delicada.


La pulverulencia del sombrero es debida a la presencia de un velo general formado por infinidad de esferocistos.


Y sus esporas son muy oscuras, bastante cortas y grandes, provistas de un poro germinativo central y con un perfil lenticular o elipsoidal según el lado que se vea.


Por lo demás todo lo observado han sido hongos de ramas y troncos, entre los cuales mencionaremos algunos d elos más abundantes como Daedaleopsis nitida, de grandes poros poligonales.


La común  "cola de pavo", Trametes versicolor.


Y el Stereum hirsutum de aspecto parecido pero con himenio liso.


Cabría destacar la observación de dos tipos de cortezas con himenio en aguijones, hidnoide, muy parecdias entre sí y con frecuencia confundidas. El Radulomyces molaris, de aguijones gruesos y muy irregulares.


Y la Hyphodontia quercina de aguijones más finos y regulares.

Sin embargo, las principales diferencias son de tipo microscópico, la Hyphodontia quercina presenta unas esporas más pequeñas y alargadas, fusiformes o casi cilíndricas, mientras que el Radulomyces molaris presenta unas esporas más grandes y más elipsoidales.

Además, la Hyphodontia quercina presenta en la superficie de los aguijones terminaciones de hifas, hifidios, recubiertos de cristalizaciones a modo de lamprocistidios.

martes, 10 de junio de 2025

Acedo (8/6/2025) Encinar

 En general, como es normal en estas fechas, pocas observaciones de hongos, pero en algunos puntos locales se observan una buena diversidad ee especies y algunas muy interesantes.


Sin duda la especie más interesante, la Russula graveolens, primera cita confirmada en Navarra. De una coloración que va del púrpura al blanquecino o verdoso, un fuerte olor a pescado al frotar o simplemente al manipularla con las manos y una reacción verdosa con sulfato de hierro y muy intensa verde-azulada con guayacol.


Presenta una amplia gama de colorido, como vemos en estas formas verdosas claras.


Aunque al principio las láminas son blancas, luego se ponen amarillentas ya que la esporada es ocre muy claro.


Las esporas decoradas con gruesas verrugas amiloides, algunas unidas entre sí por crestas pero que no forman una red.


Proceden de gruesos basidios claviformes o ventrudos entre los que desarrollan cistidios apendiculados, provistos de una mama o dedito.


Y la cutícula está formada por pelos erectos que le dan ese aspecto mate y afelpado y numerosos cistidios más refringentes.



Muy interesantes y bonitos los Inocybe godeyi que toman coloriaciones rojizas, que se van acentuado con la manipulación.


Toda la cara de las láminas y especialmente el borde o arista está decorado de numerosos cistidios ventrudos o fusiformes coronados con cristalitos en la extrermidad, cistidios metuloides.


También hemos observado bastante ejemplares de otra especie muy afín e igualmente provista de cistidios metuloides, pero de sombrero muy cónico, muy liso y nada enrojeciente, Inocybe fuscidula.


Algunas especies de más interés culinario que micológico como el Cantharellus pallens, del que hemos observado buenos setales.


Y algunos gibelurdiñes, Russula cyanoxantha, la variedad peltereaui, verdosa.


Por supuesta sobre ramas, troncos y tocones hemos observado muchos Afiloforales y Ascomicetos estromáticos, aquí mostraremos algunos  de los más peculiares, como la Eutypa spinosa.


Las costras separables y ligeramente rugosas de Byssomerulius corium.


Y la gran sorpresa del paseo, Scytinostroma hemidichophyticum, otra primera cita para Navarra.


Se caracteriza por sus esporas esféricas o globulosas, incoloras y dotadas de una gruesa vacuola que son amiloides.


Su estructura dimítica que le da una consistencia gelatinosa dura con unas hifas esqueléticas muy ramificadas, dendroides.


Y sus cistidios nada fáciles de ver si no los observamos en Sulfovanilina.


Y por último terminaremos este breve reportaje con la sorpresa del día, en medio de un camino terroso. Una especie de costra negra y gelatinosa, maloliente, con bordes bien delimitados y que se levanta fácil del suelo. Aparentemente un excremento de algún animal.


Sin embargo, la sorpresa viene al observarla al microscopio, no aparecen restos orgánicos de ningún tipo, típico de excrementos, y tampoco hifas, solo observamos una multitud de esporas fusiformes o casi cilíndricas que recuerdan las esporas de muchos hongos Palláceos, en particular el Phallus impudicus, con el que también concuerda por su olor cadavérico, mucho más acentudado que el de excrementos de aves. No tenemos ni idea delo que puede ser.