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Este blog pretende ser un "parte micológico" de las principales observaciones de hongos que vamos haciendo semana a semana en distintos lugares de la Comunidad Foral de Navarra, destacando las especies más raras, relevantes, comestibles o tóxicas, llamativas, etc.

martes, 23 de diciembre de 2025

Zufía (Metauten) (21/12/2025) Encinar

 El día muy lluvioso y pésimo para meterse en un bosque con mucho matorral alto por lo que el paseo micológico se redujo a los bordes de caminos y áreas libres de matorral, especialmente de brezos y escobas.


Numerosos grupos de negrillas claras, Tricholoma scalpturatum, muy frágiles por su naturaleza y por la lluvia.


Y junto a ellas grandes setales de la típica negrilla de pino, Tricholoma terreum. Sin embargo, no había ni rastro de pino en toda la zona lo que nos obligó a echar mano del microscopio.


La clave de diferenciación de las distintas especies de negrillas está en la estructura de la cutícula del sombrero, lo que se conoce como carácter Josserandi. En este caso se aprecia una triple capa de hifas, J+++, propio del Tricholoma terreum y que lo diferencia de otras afines como la anterior.


Del exterior hacia el interior presenta una capa de hifas finas y pigmentadas, otra subjacente de hifas más gruesas y también pigmentadas y en el interior otras hifas muy gruesas con células muy cortas, casi himeniforme, luego viene la trama o carne del sombrero.


En otras negrillas la cutícula es muy diferente, está formada por una o a lo sumo dos capas diferenciadas de hifas, aquí la cutícula del Tricholoma scalpturatum, con una sola capa de hifas pigmentadas y sin capa himeniforme, J+.


Y ésta la cutícula de Tricholoma atrosquamosum, muy parecida, pero con solo una capa, J+


Bastante frecuentes las llenegas blancas, Hygrophorus eburneus, completamente blancas o con una ligera tonalidad amarillenta en el centro y con sombrero y pie muy viscosos, mucosos.


Así como su congénere, Hygrophorus discoideus, también con sombrero y pie muy mucoso, pero de mayor porte y con un sombrero de una típica coloración marrón oscura en el centro y bruscamente decolorado hacia los bordes, "discolor".


Más escasos entre la hojarasca el Hygrophorus arbustivus, en este caso ejemplares muy pequeños, pie seco y sombrero igualmente seco de una coloración ocrácea (más coloreados que lo que aparece en la foto) con fibrillas radiales. 


Otras especies observadas y muy típica de estos bosques mediterráneos son el falso robellón de leche blanca que amarillea al oxidarse, el Lactarius chrysorrheus, muy picante.


Los característicos pie azules, Lepista nuda, posiblemente formando grande setales en el interior del bosque donde no penetramos. 


Grupos de Hebeloma longicaudum con pies muy largos y fino sujetos en ramilletes, sin un neto olor a patata, típico de muchas especies de este género.


La Rhodocollybia butyracea con pie engrosado hacia la base y blando, meduloso.


Y como muestra de los efectos del agua que hemos padeciedo en el paseo, corros de champiñones completamente deteriorados, en este caso Agaricus porphyrizon, con coloraciones purpúreas.


Pocas veces faltan en estso bosques mediterráneos las pequeñas Tubaria romagnesiana, con muy escasos restos de velo general en el borde del sombrero.


Expectaculares en zonas un poco nitrófilas, alrededor de la palomeras, Coprinopsis picacea.


Y en las mismas zonas, "cuescos de lobo", Lycoperdon perlatum.


Y terminamos con dos especies que a primera vista nos despistaron, pequeña, blanca y con sombrero muy mojado parecía un hígroforo de los muchos observados, sin embargo, al darle la vuelta nos encontramos con unas láminas apretadas y ocráceas, propias del Inocybe geophylla, a diferencia de los higróforos, muy tóxica.


Y algo parecido nos pasó conesta pequeña seta, blanca y seca con tonalidades amarillentas. En este caso al darle la vuelta nos encontramos con unas láminas muy decurrentes, poco espaciadas para un higróforo y bastante para un Clitocybe gibba, que fue nuestra primera opcion.


Al no encajar bien con ninguna de las opciones barajadas nos la llevamos y la sorpresa fue sus esporas muy amiloides y con verrugas, lo que ya no había duda de que se trata de una especie interesante, un Leucopaxillus.


Por la coloración amarillenta clara supusimos que sería el Leucopaxillus paradoxus, sin embargo, nueva sorpresa, la arista de las láminas estaba sembrada de numerosos cistidios alargados,estrechos y flexuosos.


Y en la parte baja de la lámina, lo que da a la carne otros cistidios flexusoso y claviformes, ambos caracteres nos han llevado a descubrir una especie nueva para la Comunidad Foral, el Leucopaxillus cutefractus, una especie bien caracterizada, bastante rara y macroscópicamente similar al Leucopaxillus paradoxus, mucho más común. Esperamos volver con mejores condiciones y hacer nuevas recolecciones de esta especie.

Relación de especies observadas

Agaricus porphyrizon, Coprinopsis picacea, Hebeloma longicaudum, Hygrophorus arbustivus, Hygrophorus discoideus, Hygrophorus eburneus, Hygrophorus eburneus, Lactarius chrysorrheus, Leocarpus fragilis, Lepista nuda, Leucopaxillus cutefractus, Lycoperdon perlatum, Mycena abramsii, Rhodocollybia butyracea, Tricholoma scalpturatum, Tricholoma terreum, Tubaria romagnesiana,

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