Sin duda la especie más interesante y propia de estas épocas es el hongo de primavera Boletus reticulatus, los que hemos encontramos unos cuantos ejemplares la mayoría comidos por limacos y agusandos.
De manera muy dispersa nos engaña el sombrero del Caloboletus calopus, con pie marcado con retícula roja y carne muy amarga y azuleante.
Más rara y con un porte un poco sorprendente el Suillellus queletii, de poros rojos y pie marcado con punteaduras rojizas y una carne color remolacha en la base.
Desarrollando curiosamente sobre un tocón de haya el Boletus subtomentosus con poros muy amplios, poligonales y muy azuleantes.
Además de las Boletáceas, conocidas popularmente como "hongos" en épocas primaverales o veraniegas son frecuentes las especies de Russuláceas, de las que destacamos la lechera blanca y picante, Lactarius piperatus de láminas muy finas, estrechas y apretadas.
Más interesante gastronómicamentes es el gibelgorri comestible Russula aurora, de carne no picante, láminas blancas y con una bella reacción e rosa vivo a la sulfovanilina.
Con menos interés gastronómico, pero en general más abundante la Russula nigricans es muy polimórfica, al principio blanca y termina negra completamente, con láminas muy gruesas y espaciadas y carne nad ao poco picante.
También son tempraneras las Amanitáceas y en particular la Amanita rubescens y la más peligrosa que ilustramos la Amanita excelsa var spissa.
Casi todo el año encontramos la agradecida seta de tocones u orellana, Pleurotus pulmonarius, a veces formando grandes grupos como en est aocasión.
También sobre tocones o ramas semieterradas como en esta ocasión es interesante el Kuehneromyces mutabilis, una especies buen comestible pero nada recomendable por sus grandes parecidos con la mortal Galerina marginata.
También en tocones y en esta ocasión bastante seca el Panus conchatus de carne casi coriácea y a veces como en esta ocasión con un pie muy bien desarrollado.
También sobre tocones y ramas muy descompuestas llama la atención la delicada y preciosa especie de Pluteus leoninus, de láminas rosadas en la madurez.
Y terminaremos este recorrido si no con buen sabor de boca con un "buen olor" el del Phallus impudicus, bastante abundante y cuyo olor nos ha acompañado en gran parte del recorrido aunque no consiguiésemos ver los carpóforos.
Relación de especies observadas
Amanita excelsa, Amanita excelsa var_spissa, Amanita
rubescens, Boletus reticulatus, Boletus subtomentosus, Caloboletus calopus, Fomitopsis
pinicola, Fuligo septica, Gymnopus dryophilus, Kuehneromyces mutabilis, Lactarius
piperatus, Leccinellum crocipodium, Panus conchatus, Phallus impudicus, Pleurotus
pulmonarius, Pluteus leoninus, Pycnoporus cinnabarinus, Russula aurora, Russula
nigricans, Stemonitis fusca var_fusca, Suillellus queletii, Trametes hirsuta, Trametes
versicolor,