Valle de Olza (22/1/2023) Carrascal

 La nieve ha cubierto el bosque y se va retirando con lo que no encontramos nada en las partes superiores del bosque pero en las partes bajas empiezan a mover algunas especies

La especie más interesante, el "hongo de encina", Leccinellum lepidum, un hongo que grisea ligeramente al partir, con un pie ventrudo y escamoso.

También interesante, aunque no por su valor gastronómico sino por su interés micológico, el Cortinarius haassii var quercus-ilicicola, un bonito cortinario de láminas y pie lila cubierto de una abundante cortina, con pie marginado y un colorido rojizo con escamas adheridas.

Pocas veces falta en estos bosques mediterráneos el Hygrophorus leucophaeo-ilicis, una variedad de llenega de encinares, con un centro del sombrero que cotnrasta mucho con el borde y poco viscoso.

E igualmente las negrillas claras, Tricholoma scalpturatum cuyas láminas se tornan amarillentas al descomponerse.

Muy raro y prácticamente helado, Lactarius fulvissimus, sin olor ni sabor especialmente desagradable.

Comienzan a fructificar las pequeñas especies de hojarasca como la Tubaria romagnesiana.

Y más rara, la estilizada Entoloma hirtipes, de esporada rosa y olor un poco especial como a pescado.

Y por supuesto numerosas especies sobre ramas y tocones, entre ellas las que nos acompañarán todo el invierno, como Sarcoscypha coccinea.

Las tripas amarillas, Tremella mesenterica, que la encontramos prácticamente todo el año, incluso completamente helada.

Y por suspuesto, el más común de los pequeños yesqueros, Trametes versicolor.

Relación de especies observadas

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