El Craterellus cornucopioides o trompeta de los muertos a pesar de su aspecto y nombre es una deliciosa seta propia de otoño y más bien tardía.
Muy emparentada con la anterior, los rebozuelos o ziahori, Cantharellus cibarius no son tan raros observarlos en verano cuando caen abundantes lluvias como ahora.
Además de diversas especies de Boletus comestibles recogidas, como Boletus reticulatus, Boletus edulis, Boletus queletii y otros, sin duda el "hongo" más curioso ha sido el Strobilomyces strobilaceus con sombrero fuertemente escamoso.
Sin embargo hemos encontrado también una serie de especies curiosas e interesantes, e incluso algunas las clasificaríamos como raras, tal es el caso el falo de perro, Mutinus caninus,
Las patitas de rata, la Ramaria fumigata oscura y de pie lila y la Ramaria neformosa, rosada y con las puntas amarillas, ambas un poco laxantes.
También es curioso el Albatrellus cristatus, que podríamos clasificar como un yesquero de tierra, de jóven incluso es comestible.
Y por último este raro e interesante cortinario, el Cortinarius bolaris, con sombreero y pie recubiertos de escamas rojizas y que amarillea al tocar.
RELACIÓN DE ESPECIES OBSERVADAS
La amplia lista de especies reconocidas nos hace pensar más en un otoño micológico que en el tiempo en que estamos.
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