viernes, 8 de enero de 2016

Orísoain (Valdorba). 6/1/2016

Pocas cosas muy dispersas entre los carrascales.
 Lo más agradecido es encontrarte con algunos hongos de encina, Leccinellum lepidum, en muy buen estado y algunos ejemplares muy sanos y de más de un palmo como el de la foto.
 También se agradece los grupos de lengua de vaca, Hydnum rufescens que en esta época del año es un buen recurso para llevar al plato.
También de interés gastronómico encontramos algunas negrillas claras, Tricholoma scalpturatum, aunque bastante deterioradas por el agua de los últimos días.
 Más dispersamente y con menos interés culinario son las llenegas de encina, Hygrophorus leucophaeo-ilicis.
 También muy escasamente encontramos algunos representantes típicos de este tipo de bosques, el Lactarius ilicis.
 Y sobre todo lo que encontramos son pequeñas setas de interés exclusivamente micológico como es el caso de la polifacética Tubaria furfurácea o T. romagnesiana o T. hiemalis que parece ser que por los análisis de ADN se acaba de demostrar que son todas la misma especie, ¡bendito sea¡.
Y por supuesto el último recurso que tenemos en invierno, los palitos, nos aportan una gran variedad de hongos, entre ellos algunos muy llamativos como la Tremella mesenterica.
Y sobre todo la peziza escarlata, la Sarcoscypha coccinea que desarrolla sobre ramitas semienterradas.

RELACIÓN DE ESPECIES OBSERVADAS.

Astraeus hygrometricus, Bovista plumbea, Cystoderma amianthinum, Hydnum rufescens, Hygrophorus leucophaeo-ilicis, Hygrophorus roseodiscoideus, Lactarius ilicis, Leccinellum lepidum, Sarcoscypha coccinea, Scleroderma verrucosum, Stereum hirsutum, Tremella mesenterica, Tricholoma scalpturatum, Tubaria romagnesiana.

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