Anoz (1/4/2021) soto fluvial

 Un paseo muy reposado y fijándonos mucho nos puede permitir ver las primeras colmenillas del año, muy escondidas y no fáciles de ver.

Aunque todas las colmenillas le parecen iguales a algunos recolectores, nada más lejos de la realidad, existe una gran variedad y nada fácil de diferenciarlas. Nuestra recolección se trata de la Morchella fluvialis, una colmenilla de tamaño medio a grande, generalmente de cabeza cónica o globulosa, clara y con los bordes se manchan de rojizo al manipularlas.

Fundamental para reconocer las diferentes colmenillas es la sección y ve si presenta vallécula, una separación entre el sombrero y el pie que esta especie no presenta. Para conocer algo más de este grupo vea Colmenillas y tripotas

Mirando y mrando también hemos podido observar la Melastiza chateri sobre tierra quemada.

Se trata de pequeños discos rojizos de menos de 1 a 1,5 cm de diámetro sin pelos aparentes en los bordes y aparentemente muy sencillas.

Sin embargo al microscopio presentan unos preciosos parafisos claviformes que contienen el pigmento rojizo que da color a la seta y unas ascas con grandes esporas decoradas con costillas reticuladas.