martes, 30 de agosto de 2022

Larraun (28/8/2022) Hayedo

 Condiciones del bosque muy secas a excepción de algunos sectores de los caminos que son prácticaqmente los únicos lugares donde hemos observado algunas especies carnosas

Entre las especies mejor representadas encontramos lógicamente las especies propias de caminos como son la Psathyrella candolleana.
Y la Lacrymaria lacrymabunda, ambas bastante bien representadas.
También típico de caminos un curioso "yesquero" de carne coriácea dura y muy polimórfico, Abortiporus biennis.
También algunas especies de "hongos", mejor dicho Boletáceas con himenio esponjoso, que son de fructificación temprana, como son el común Leccinellum crocipodium de poros amarillos, bastante bien representada.
Y más rara y más interesante micológicamente hablando el Rheubarbariboletus armeniacus, también conocido como Xerocomus armeniacus, de sombrero y pies rojizos e hifas de cutícula no incrustada en lo que se diferencia del X. chrysenteron, más común.
Junto a las Boletáceas, "hongos", comparte período de fructificación los "gibelurdiñes", en sentido genérico, las setas de carne granuda, Russuláceas, entre ellas nos hemos tropezado con una especie interesante, Russula amoenolens de pronunciado olor a pescado cuando se manipula y borde del sobrero surcado.
También destaca por su coloración amarilla, Russula solaris.
Y la más común de todas las rojizas de láminas blancas y carne picante, Russula nobilis.
Y por último terminaremos el reportaje con algunas de las especies más interesantes observadas sobre troncos, tocones y ramas de haya que son los lugares que conservan más la humedad y donde en estos momentos encontramos más especie, en esta ocasión una especie bastante rara Simocybe centuculus.
Y mucho más comunes el Schyzophyllum commune de láminas en abanico hendidas.
Numerosas costras negras pertenecientes de Ascomicetos Pirenomicetos que en su mayor parte perduran del otoño pasado, entre las más interesantes destacamos el Annulohypoxylon cohaerens.
Y la Daldinia concentrica, bolas semiesféricas con bandas concéntricas en su interior.
Y por supuesto los "yesqueros" y "cortezas", Afiloforales de carne muy dura y que persisten mucho tiempo, entre ellos el Phellinus igniarius.
Y la corteza porosa blanca muy común sobre ramas en descomposición de haya, Schizopora paradoxa.

Relación de especies observadas

Abortiporus biennis, Annulohypoxylon cohaerens, Biscogniauxia nummularia, Daldinia concentrica, Hypomyces chrysospermus, Lacrymaria lacrymabunda, Leccinellum crocipodium, Phellinus igniarius, Polyporus tuberaster, Psathyrella candolleana, Rheubarbariboletus armeniacus, Russula amoenolens, Russula nobilis, Russula solaris, Schizophyllum commune, Schizopora paradoxa, Simocybe centunculus, Stereum insignitum, Trametes versicolor,


miércoles, 24 de agosto de 2022

Evolución ecológica de la "seta mortal", Amanita phalloides en los últimos 10 años en Navarra

  Vamos a analizar en esta ocasión el comportamiento de una seta que no presenta ninguna presión humana, dado que se trata de la especie más tóxica que tenemos en Navarra y además es una especie de bello porte lo que facilita su observación, la seta mortal o Amanita phalloides.


Basándonos en los datos recogidos en la Plataforma Observado por todos los colaboradores de la Sociedad Gorosti nos encontramos con estas informaciones



Vemos que se trata de una especie de fructificación claramente otoñal, siendo el mes de octubre el período de máxima fructificación y eso ha sido así tanto en el primero quinquenio, como en el segundo


De hecho si analizamos la media entre los años 2012 a 2017 y los últimos 2017 a 2022 vemos que son prácticamente coincidentes y no se observa ninguna anomalía que podamos atribuir al Cambio Climático y mucho menos a la presión humana.


Si analizamos las veces que hemos observada la especie cada año vemos que tras presentar un claro bajón los años 2017 y 2018, en los últimos años la tendencia era claramente alcista, a excepción del pasado año 2021 y a falta de los resultados de este año 2022.


Sin embargo, si miramos su evolución con más perspectiva, desde todos los años que tenemos datos observamos una clara disminución en la última década que contrasta sobre todo con la anterior década en que la especie era mucho más frecuente de observar, aunque siempre con oscilaciones de unos años a otros.


Por último, si analizamos la distribución de las observaciones de esta especie entre los años 2012 y 2017 vemos una dispersión por todo el cuadrante noroccidental, el más húmedo de la Comunidad y dominio de los bosques caducifolios.


En los últimos cinco años, del 2017 al 2022 la distribución no parece que haya cambiado apreciablemente, su dispersión de va haciendo mas homogénea por toda la zona de hayedos y robledales, desde el valle de Erro a Larraun y a falta de comprobación en años posteriores podría interpretarse una ligera expansión por la zona Media.

En resumen en el caso de la Amanita phalloides no apreciamos un cambio significativo de su fructificación como consecuencia del cambio climático ni mucho menos de la presión humana, ni en su período de fructificación, ni en su distribución 


lunes, 22 de agosto de 2022

Evolución ecológica de los "nízcalos o robellones", Lactarius deliciosus, en los últimos 10 años en Navarra

  


En los últimos 10 años observamos que los robellones, Lactarius deliciosus según los años presentan un pico de fructificación en otoño que según los años puede ser, Octubre o Noviembre.


Si atendemos a la media de los últimos 10 años (línea roja) la fructificación de esta especie se inicia en octubre, tiene su pico máximo en noviembre y desaparece en diciembre.

Además los últimos años, 2019 y 2020 (al final del año veremos los datos del 2022) hemos venido observando una prolongación de la temporada micológica durante el invierno haciendo observaciones de la especies en meses como enero y febrero en  los que no teníamos ningún registro en años anteriores.

Si analizamos los cuatro últimos años a la espera de los resultados del presente año vemos que a excepción del año 2021 cuyo pico de fructificación se produjo en octubre el resto de los años lo ha tenido el pico de fructificación más tardío en noviembre siguiendo lo habitual de esta especie, los años 2019 y 2020 con valores de observaciones superiores a la media de los últimos 10 años y el 2018 con valores inferiores.

Observaciones de 2013 a 2018

Observaciones de 2018 a 2021

En los mapas de distribución del Lactarius deliciosus en Navarra en la primera mitad de la última década y en los últimos cuatro años (a espera de los datos de este año 2022) apreciamos una falta de observaciones en los pinares de la zona Media y sobre todo de la Ribera y una concentración de la especie a los pinares del centro de la Comunidad Foral y los de la sierra de Izco y Leyre, cambios achacables a la sequía, a los cambios de los pinares con una gran desarrollo del estrato arbustivo y a los cambios climáticos de los últimos tiempos.

Una vista retrospectiva de todos los años desde los que tenemos datos se ve claramente una disminucion de las observaciones de esta especie en los últimos años, ya desde el 2007, a excepción de los últimos tres años y a falta de los datos del presente 2022. Este pico de observaciones en los ultimos dos años de esta especie se debe a su aparición en los pinares del centro próximos a la capital y falta en general de hongos en el resto de Navarra por las condiciones meteorológicas relacionadas con el Cambio Climático.

Según nuestra interpretación creemos que es un claro reflejo del deterioro de los pinares en la última década, mucho matorral que hace imposible tanto el acceso como el desarrollo de las fructificaciones, tanto de esta especie como de otras propias de pinares.


 

sábado, 20 de agosto de 2022

Evolución ecológica del "hongo de primavera", Boletus reticulatus, en los últimos 10 años en Navarra

  


En los últimos 10 años observamos que los “hongos primaverales”, Boletus reticulatus, no presentan un típico perfil triangular de fructificación, con un mes de pico de fructificación.


Si atendemos a la media de los últimos 10 años (línea roja) la fructificación de esta especie presenta como dos amplios momentos de fructificación, el más importante y duradero se produce los meses de junio y julio y con un parón por la sequía en agosto vuelve a tener otro pico de fructificación, más débil y menos duradero en septiembre y octubre.

Sin embargo, si observamos el comportamiento de la fructificación de esta especie año por año vemos que es muy irregular, hay años como 2013 y 2017 que solo tuvieron un pico de fructificación, pero en época muy diferentes, en el 2013 tuvo una fructificación otoñal, octubre, mientras que la del 2017 fue más normal entre mayo y julio.

El resto de los años la especie presenta dos picos de fructificación, uno primaveral o veraniego y otro más tardío al comienzo del otoño, pero con picos en meses muy diversos, lógicamente muy ligados a las lluvias del año.


En los últimos el comportamiento de las fructificaciones de esta especie han sido los normales, con un fuerte pico en los meses de mayo a julio, según los años y otro mucho más débil en septiembre.


En una mirada más retrospectiva de años anteriores desde cuando tenemos datos vemos grandes fructuaciones de varios años, con un período muy fuerte entre los años 2000 y 2009, luego unos años de gran escasez y lo comentado de la última década, en general pobre salvo los años 2020 y 2021.

Aunque el número de observaciones de esta especie en los últimos años en general es superior a la media de los últimos 10 años la producción o cantidad de carpóforos observados es muy escasa, no se observa la aparición de grandes cantidades como en décadas anteriores.

Observaciones del 2013 al 2018

Observaciones del 2018 al 2021

Si analizamos ahora la distribución de esta especie, una de las más perseguidas y recolectadas por los aficionados y una de las más comercializadas, vemos que en los últimos cuatro años lejos de disminuir su presencia en la Comunidad ha ido aumentando y hoy la encontramos en numerosos lugares de la mitad norte que antes resultaba muy rara.

jueves, 18 de agosto de 2022

Evolución ecológica del Cantharellus cibarius/pallens en la última década en la Comunidad Foral de Navarra

  


En los últimos 10 años observamos que los “rebozuelos o cantarelas”, Cantharellus cibarius/pallens, a excepción de los meses de finales de invierno y principios de primavera, marzo y abril, podemos observarlos y por tanto quiere decir que pueden fructificar en cualquier momento del año, aunque, lógicamente, con unos períodos de mayor producción de fructificaciones.

Se trata de un hongo que tiene una primera época de fructificación importante en junio y julio y tras un pequeño bajón en verano su momento más importante de fructificación lo tiene en los meses de septiembre y octubre.


En los últimos años el comportamiento de las fructificaciones de esta especie han sido los normales, con un pico en los meses de junio a julio, que en algún año como en 2020, fue muy importante y el fuerte de fructificación lo ha tenido en septiembre, a excepción del año 2020, más raro que tuvo una fructificación muy fuerte en junio y luego la segunda se retrasó a octubre y fue mucho más débil.

Observaciones 2013 a 2019

Si analizamos la distribución de la especies en los cinco primeros años de la última década vemos que los rebozuelos se observaban fundamentalmente en los hayedos de la zona Húmeda, desde Basaburúa a Erro y Esteríbar y muy ocasionalmente en zonas del Bidasoa y zona Media.

Observaciones en los años 2018 a 2022

Sin embargo, en los últimos cuatro años (pendientes de los resultados del 2022) es muy evidente su expansión por todo el norte húmedo de Navarra, Baztán, Sumbilla y Bidasoa en general.


Por último, si analizamos los datos de observaciones en la década anterior, de 2002 a 2012 parece claro que se trata de una especie muy frecuente en los valles Húmedos que también aparecía muy puntualmente en otras zonas dispersas de Navarra y en los últimos años se está exteniendo por todo el Baztán - Bidasoa y más rara en los Valles Pirenaicos, que vienen sufriendo una mayor sequía.



En una mirada más retrospectiva desde cuando tenemos datos vemos que con oscilaciones periódicas, en la última década correspondiéndose con las malas condiciones meteorológica la aparición de la especie ha sido mucho menor que en la década anterior

En el caso de esta especie constatamos un claro aumento del número de observaciones en los últimos años, superior a la media de los últimos 10 años, pero muy inferior a las de la anterior década, y aunque no tenemos pruebas científicas para demostrarlo, la percepción personal es que se trata de una de las pocas especies de la que hemos notado también un considerable aumento de la producción de carpóforos, se podría concluir que el cambio climático está favoreciendo el desarrollo, expansión y producción de esta especie.

 

domingo, 7 de agosto de 2022

Especies raras del primer semestre del 2022 apenas observadas en años anteriores

En este primer semestre del año 2022 hemos registrado algunas especies que podríamos considerar raras e interesante y algunas se podrían considerar en peligro de extinción dado que en los últimos 10 años solo se han observada en una o dos ocasiones.


Vamos a ver algunas de ellas,


Volvariella hypopithys, fue registrada en abril por Luis García Bona en la ribera del Aragón en Sangüesa.


Gyromitra esculenta una especie muy característica en estos últimos 10 años solo se ha observado en mayo de este año en la sierra de Leire por Ána Eguaras.


Geoscypha ampelina esta peculiar y bonita peziza se registró por primera vez en marzo de este año sobre un tocón musgoso en el valle de Anué por Luis García Bona


Inocybe dulcamara, aunque ya se disponía de una cita de esta especie en julio del 2017 en la Ulzama, es una especie rara que se ha vuelto a observar en abril de este año en los robledales del valle de Ollo, en ambos casos por el mismo observador Luis García Bona.


Paxina queletii, pequeña y rara oreja de asno observada en marzo por Miguel Urra en Esteríbar, aunque sería conveniente confirmar la especie dado sus parecidos con la Helvella acetabula mucho más común.


Cortinarius mucifluus es una especie que presenta sus complicaciones de identificación por su parecido con otras especies afines, no obstante, se trata de una especie rara que solo se ha citado dos veces en estos últimos 10 años, Luis Caro la registró en octubre del 2020 en los hayedos del valle de Anué y en mayo de este año Peio Zapirain la ha vuelto a registrar en los Hayedos de Ulzama, no muy lejos de la anterior cita.


Morchella costata y en especie la forma acuminata de cabeza muy alargada y apuntada ha sido registrada este año por primera vez en estos últimos 10 años en repetidas ocasiones en mayo, tanto en el valle de Allín por Luis García Bona como en la sierra de Illón tanto por Ana Eguaras como por Luis García Bona.

Por último mencionaremos algunos Afiloforales que también han sido registrados este año por única vez en toda la última década, aunque evidentemente se trata de un grupo de hongos menos atractivos para los aficionados y más difíciles de observar e identificar por lo que no resulta tan raro que no aparezcan citados en más ocasiones.


Subulicystidium longisporum, fue comprobada su presencia en febrero sobre una rama muy descompuesta de haya en el valle de Olaibar por Luis García Bona.


Inocutis tamaricis es un yesquero muy común que ataca a las diversas especies de Tamarix, tamarices o taray, como estas especies solo aparecen en Bardenas muy secas o en jardines no es una especie que se observe con frecuencia, en los últimos 10 años tenemos registradas su presencia en dos jardines de Pamplona, en 2016 por Luis García Bona y este año por Miguel Urra.


Ceriporia viridans es una costra de la que normalmente nadie se fija, fue comprobada su presencia en marzo de este año sobre una rama muy descompuesta de haya en el valle de Anué por Luis García Bona, anteriormente en 2012 también se registró en la Ulzama.


Datronia mollis = Cerioporus mollis es una yesquero raro pero bastante característico por sus gruesos poros que se ha registrado un par de veces en los últimos dos años, Miguel Urra lo registró el pasado año y Marleen Paridaens este último año.