Tras las heladas y la correspondiente sequía que se está padeciendo es difícil encontrar fructificaciones de hongos carnosos en nuestros bosques, sin embargo, podemos encontrar algunas fructificaciones de hongos lignícolas ya que la amdera conserva mejor la humedad, la mayor parte perteneccientes a grupos de Afiloforales y algunos Ascomicetos, sobre todo estromáticos, con cuerpos fructíferos duros.
En forma de conchas con superficie pelos y consistencia gelatinosa, la Auricularia mesenterica.
Muy corriente en los troncos de Coníferas, el Dacryobolus karstenii, que forma unas costras bien adheridas y con bordes muy poco levantados.
Pequeños sombrerillos como conchas, bastante blandos y con poros muy desgarrados, más parecidos a aguijones por el envés, Trichaptum abietinum.
Son numerosos los hongos que forman finas películas o costras, todos muy parecidos y requieren la observación microscópica para su identificaciónb, es el caso de éste, Subulicystidium longisporum.
Si bien su aspecto macroscópico es muy simple resulta muy atractivo al microscopio, basidios tetraspóricos y largos cistidios lanceolados.
Cistidios muy numerosos con paredes incrustadas que se levantan sobre la superficie dando una aspecto a simple vista como afelpado.
Mucho más atractivas son sus numerosas esporas, alargadas y sinuosas que parecen gusanos.
Además de Afiloforales son fáciles de observar diversas especies de Ascomicetos estromáticos, entre ellos el Hypoxylon fragiforme.
También en invierno es frecuente toparnos con anomorfos de diversas especies, sobre todo de Afiloforales, con formas muy diversas, en este caso de costra rojiza con superficie irregular, pero no porada. No hemos podido identificar la especie.
Estas setas son fructificaciones que dan algunos hongos en reproducción asexual, es decir, dan lugar a numerosas esporas asexuales a partir de conidióforos o de simple partición de hifas, ni mediante basidios ni ascas, son formas de reproducción muy eficientes que se producen en situaciones de estabilidad ambiental.