martes, 2 de abril de 2024

Uterga (31/3/2024) Carrascal.

 Se inicia la primavera micológica con la aparición de los primeros Ascomicetos en los bosque mediterráneos acompañados de algunas especies propiamente invernales.


Una diminuta oreja de asno, Helvella leucopus, de pie cilíndrico pruinoso, pero sin pliegues y un himenio en forma de silla de montar a caballo de una coloración marrón oscura.


Con ascas muy alargadas con ocho grandes esporas elipsodiales y lisas.


Gran número de grandes Peziza phyllogena, de coloración muy oscura tanto en el himenio como en la superficie externa.


Gigantescas esporas verrugosas se forman en sus ascas.


Aparentes patatas semisubterráneas que aparecen dispersas, parecen trufas, pero son huecas.


En la madurez la Sarcosphaera coronaria abre como una estrella y deja ver su interior hueco azulado.


Nos sorprende el Leccinellum lepidum, una especie de Boletáceas, tipica de estos bosques mediterráneos, pero de finales de otoño y sobre todo de invierno, en estas fechas.


Algunos incluso ya atacados del Hypomyces chrysospermus.

Y por supuesto no falta la Tremella aurantia, una tripa amarilla que desarrolla sobre carpóforos de Stereum.

jueves, 28 de marzo de 2024

Abárzuza (24/3/2024) Carrascal

 Algunas especies raras e interesantes observadas en los carrascales mediterráneos de Tierra Estella, especialmente sobre ramas y tocones.

La Trechispora praefocata, primera cita para Navarra, se trata de un hongo que forma una fina capa aracnosa blanquecina sobre las ramas muy descompuestas de Quercus.


A la lupa aparece como un manto algodonosa y muy fino completamente adherido a la madera.


El microscopio muestra el manto tapizado de basidios en forma de pera.


Aunque lo más característico de esta especie son sus esporas elipsoidales y fuertemente verrucosas, con verrugas muy pronunciadas, casi espinas.

Una fina membrana, de apenas medio milímetro de grosor, recubre las ramas muertas de Quercus, Skeletocutis nivea, su superficie completamente tapizada de orificios diminutos, 6 a 9 / mm, muy regulares y completamente blancos.

Hacia el interior de los tubos y en los bordes de los orificios largas terminaciones de hifas incrustadas de critalizaciones, hifidios.


En el interior de los orificios se forman gran cantidad de diminutas esporas cilíndricas y recurvadas como salchichas.

Y también sobre las ramas muertas de Quercus encontramos la Phlebiopsis ravenelii, una corteza relativamente gruesa y de textura cerácea, de gran extensión y con superficia finamente ciliada si se observa con una buena lupa.

Aspecto de la superficie visto a la lupa



Al microscopio todos esos cilios son unos peculiares cistidios, lamprocistidios, de gruesas paredes recubiertas de cristalizaciones.


Y solo una especie carnosa y terrícola observada, la Psathyrella spadiceogrisea.

miércoles, 20 de marzo de 2024

Odieta (16/3/2024) Hayedo

 Algunas curiosas especies observadas en un paseo desde los campos de cultivo del fondo del valle hasta el hayedo interior.


Sobre acumulaciones de estiércol una seta en forma de patata abierto, Peziza vesiculosa.

Su superficie tapizada de ascas con grandes esporas lisas.


Sobre las ramas de haya muertas son frecuentes los estromas de Hypoxylon fragiforme, pero muchas veces no nos fijamos que suelen ser colonziados por otros hongos, diminutos pero llamativos por su color rojizo, Dialonectria episphaeria.


Presenta diminutos peritecios rojizos dispersos o en pequeños grupos.

En su interior un buen número de ascas con esporas elipsoidales y divididas en dos células por un tabique central un poco estrangulado.


Sobre la madera muy descompuestas de las hayas nos llaman la atención pequeñas esferas algodonosas.


Se trata de Mixomicetos, Trichia decipiens igualmente atacados por otro hongo que envuelve los esporangios como un abrigo de algodon.

El interior de los esporangios de la Trichia nos recuerdo los "cuescos de lobos", o Lycoperdon, una masa de polvo de esporas esféricas y verrugosas sostenidas entre una maraña de curiosos filamentos de capillicio.

La masa algodonosa es otro hongo que forman conidióforos de donde salen multitud de esporas asexuales por simple gemación.


Muy pocas especies hemos observado sobre la hojarasca, pero sí bastantes sobre ramas, troncos o tocones, algunas de las más peculiares son las gelatinoas Auricularia mesenterica.


Los llamativos cordones amarillos de Xenasmatella vaga.


Las cortezas poradas de Fuscoporia ferrea, una especie rara y peculiar por las espinas que contienen en el interior de los tubos y sus largas esporas cilíndricas.


Con estas espínulas que desarrollan en el interior de los orificios se favorece el dispersión de las esporas que se forman en sus paredes.


Esporas muy peculiares para este tipo de yesquero, casi cilíndricas, cuando lo normal son ovales o globulosas.


Sobre troncos muertos de Picea de repoblación grandes costras de tacto ceroso de Phlebiopsis gigantea.


Si nos fijamos en su superficie presenta abultamientos y toda la superficie como recubierta de una fina vellosidad.


Estas vellosidad que recubre toda la superficie de esta costra son gigantescos cistidios, de tipo lamprocistidio, recubiertos en sus extremidad de finas cristalizaciones.


martes, 12 de marzo de 2024

Montejurra (10/3/2024) Carrascales

 Algunas especies curiosas observadas en un breve paseo por los carrascales de las faldas de Montejurra en el término de Ayegui (Navarra)


Empezaremos por dos especies de hongos muy peculiares que desarrollan sobre excrementos de perro (de los que por cierto hay cantidad). Se trata de dos especies de Stilbella (quizás una sola).


La amarilla se trata de la Stilbella fimetaria, un típico hongo descomponedor de excrementos de animales carnívoros.


Forman diminutas clávulas de pie blanquecino y cabeza amarilla en cuya superficie de forman las esporas asexuales o conidios.



Vista microscópica de la superficie de estas cabezas en donde se forman multitud de esporas asexuales o conidios.



La segunda igual pero en blanco, no sabemos determinar la especie, (quizas es una simple variedad de la anterior).


Conidióforos dando lugar a las esporas por estrangulamiento terminal.


Sobre los restos de biruta de las podas gran cantidad de Peziza repanda.


De esporas muy grandes y lisas, sin vacuolas en su interior.


Y en los numerosos restos de fogatas, sobre suelo quemado, otra de forma muy parecida pero de color más oscuro y esporas verrugosas, Peziza echinospora.


Esporas en azul cotón y en rojo congo, con paredes verrugosas.


Entre las numerosas especies observadas sobre ramas, tocones y troncos destacaremos alguna como el Pluteus romellii de pie amarillo y sombrero plisado radialmente.


La gelatinosa Exidia truncata con superficie recubierta de diminutas verrugas.


Vista microscópica de las verrugas superficiales de las que se diferencia de la Exidia glandulosa.


El inconfundible Schizophyllum commune con láminas en abanico, hendidas longitudinalmente como si fuesen emparejadas.


Y uno de los hongos más preciados y cotizados por sus virtudes medicinales, la Ganoderma lucidum, más conocida como Rheisi, que se considera una auténtica joya de la Micoterapia y actúa prácticamente sobre todos los Sistemas, Inmunológico, Circulatorio, Nervioso, Digestivo, Cardiovascular y Respiratorio, ver propiedades medicinales.