Algunas especies raras e interesantes observadas en los carrascales mediterráneos de Tierra Estella, especialmente sobre ramas y tocones.
El microscopio muestra el manto tapizado de basidios en forma de pera.
Una fina membrana, de apenas medio milímetro de grosor, recubre las ramas muertas de Quercus, Skeletocutis nivea, su superficie completamente tapizada de orificios diminutos, 6 a 9 / mm, muy regulares y completamente blancos.
Hacia el interior de los tubos y en los bordes de los orificios largas terminaciones de hifas incrustadas de critalizaciones, hifidios.
Y también sobre las ramas muertas de Quercus encontramos la Phlebiopsis ravenelii, una corteza relativamente gruesa y de textura cerácea, de gran extensión y con superficia finamente ciliada si se observa con una buena lupa.
Aspecto de la superficie visto a la lupa