Comprende un conjunto de Boletáceas, es decir, de carpóforos con himenio en tubos que en muchos lugares se conocen popularmente como "hongos", pero cuya carne al partir enrojece o grisea más o menos lentamente y en algunos casos ambas cosas, pero no azulean ni enverdecen. Todos pertenecen al antiguo género Leccinum y son comestibles y presentan unos portes particulares y característicos.
El más característico y de más valor gastronómico es el Leccinum quercinum, típico de robledales o hayedos y absolutamente similar al L. aurantiacum, más propio de sotos y choperas. En ambos casos los poros son blancos, el pie con granulaciones blancas ennegrece al manipularlo, igual que la carne al corte y presenta un bonito sombrero anaranjado.
Muy afín y también común el Leccinellum pseudoscabrum (=L. carpini) también presenta poros blancos y un neto ennegrecimiento de la superficie del pie y de la carne pero el sombrero es de coloración marrón grisácea.
Muy parecido al anterior, con carne y pie muy ennegrecientes y también mucho más raro ya que está muy ligada a los abedules, el L. versipellis se diferencia fundamentalmente por su hábitat, su sombrero marrón anaranjado, (foto un poco descolorida) y las granulaciones grisáceas del pie en estado joven, antes de manipularlas.
En los mismos hábitats de abedules el L. variicolor presenta un sombrero marrón o color cuero, muy escaso ennegrecimiento y una característica coloración verdosa en la base del pie.
Mancha verdosa de la base del pie del L. variicolor y que lo diferencia del L. scabrum, también muy similar, con carne muy poco ennegreciente pero sin mancha verdosa y también ligado a los abedules.
Leccinum scabrum, de poroso blancos, ligado a los abedules, con carne no ennegreciente y sin manchas verdosas en la base del pie. Todo un conjunto de especies muy afines y de complicada diferenciación.
Otro de los hongdos ennegrecientes más comunes en hayedos y robledales y que actualmente está separada en otro género es el Leccinellum crocipodium de poros amarillo y no blancos como en los anteriores, pero muy claramente ennegreciente y con un sombrero muy tempranamente cuarteado en la superficie.
En las comunidades mediterráneas de Quercus, carrascales y encinares, y más raramente en robledales y quejigales, sale a veces muy abundantemente e incluso hasta finales de año, el Leccinellum lepidum, de sombrero menos cuarteable que el anterior, a veces parece un auténtico "hongo de verano", B. reticulatus o un hongo claro, B. edulis, pero sus poros son amarillo desde joven, pie muy duro y carne ligeramente enrojeciente al corte y al tiempo un poco grisácea, pero no claramente ennegreciente. Es un buen comestible que dada la época que sale es de gran interés.
Y terminaremos esta breve exposición con un llamativo hongo, el Strobilomyces strobilaceus, u hongo escamoso, no solo ennegreciente sino negro en general y con un sombrero fuertemente escamoso. Dada su textura y poco carnosidad carece de interés culinario.
Mancha verdosa de la base del pie del L. variicolor y que lo diferencia del L. scabrum, también muy similar, con carne muy poco ennegreciente pero sin mancha verdosa y también ligado a los abedules.
Leccinum scabrum, de poroso blancos, ligado a los abedules, con carne no ennegreciente y sin manchas verdosas en la base del pie. Todo un conjunto de especies muy afines y de complicada diferenciación.
Otro de los hongdos ennegrecientes más comunes en hayedos y robledales y que actualmente está separada en otro género es el Leccinellum crocipodium de poros amarillo y no blancos como en los anteriores, pero muy claramente ennegreciente y con un sombrero muy tempranamente cuarteado en la superficie.
En las comunidades mediterráneas de Quercus, carrascales y encinares, y más raramente en robledales y quejigales, sale a veces muy abundantemente e incluso hasta finales de año, el Leccinellum lepidum, de sombrero menos cuarteable que el anterior, a veces parece un auténtico "hongo de verano", B. reticulatus o un hongo claro, B. edulis, pero sus poros son amarillo desde joven, pie muy duro y carne ligeramente enrojeciente al corte y al tiempo un poco grisácea, pero no claramente ennegreciente. Es un buen comestible que dada la época que sale es de gran interés.
Y terminaremos esta breve exposición con un llamativo hongo, el Strobilomyces strobilaceus, u hongo escamoso, no solo ennegreciente sino negro en general y con un sombrero fuertemente escamoso. Dada su textura y poco carnosidad carece de interés culinario.