Un paseo por la ribera del río Larraún en las cercanías de Mugüiro entre hayas, algunos robles y viejos castaños nos ha aportada nada menos que "tres citas nuevas para la Comunidad Foral de Navarra".
Sobre un viejo tronco de castaño muerto ramilletes de la
Mycena maculata, una seta que toma colores rojizo al envejecer al estilo de la
Mycena zephirus y la
Mycena inclinada de las que se diferencia fundamenalmente por criterios microscópicos, pero también por su hábitat, la falta de olor de harina y la falta de coloración amarilla en la base del pie.
Más pequeña pro no menos interesante los racimos de esporangios de
Physarum utriculare = Badhamia utricularis, un Myxomiceto que desarrolla esporangios en racimos como las uvas.
Estos esporangios son como diminutos "cuescos de lobo" llenos de esporas y con una delicada envuelta que contiene granulaciones de calcio y que se desprende en la madurez.
Y por supuesto, para muy aficionados, ya que estas cortezas requieren ineludiblemente el uso del microscopio para su observación y determinación, el
Botryobasidium subcoronatum.
Observado con una lupa se trata de una delicada cubierta algodonosa blanca que se mancha de crema o amarillo.
Sin embargo, su gran singularidad es la presencia de basidios que producen seis esporas en vez de las dos o cuatro normales, hexaspóricos.
Otras especies observadas han sido las cortezas de
Peniphora quercina.
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