Contenido

Este blog pretende ser un "parte micológico" de las principales observaciones de hongos que vamos haciendo semana a semana en distintos lugares de la Comunidad Foral de Navarra, destacando las especies más raras, relevantes, comestibles o tóxicas, llamativas, etc.

martes, 9 de diciembre de 2025

Igúzquiza (6/12/2025) Carrascal

 Bosque agradable y cómodo para pasear porque aunque presenta un estrato arbustivo importante que ayuda a conservar la humedad permite un ratreo micológico cómodo. El bosque se observa húmedo pero como es la tónica de los últimos tiempo muy pocas fructificaciones carnosas de hongos, aunque sí se observan numerosas especies de pequeño porte y poco carnosas que hacen entretenido el paseo.


Las mayores fructificaciones carnosas observadas han sido las de dos especies muy próximas, parecidas y de características organolépticas parecidas, por un lado el Clitocybe nebularis, acutalmente considerada especie tóxica y de la que hemos observado varios setales importantes.


Y por otro lado la Lepista nuda, también formando setales y característica por su colorido azulado general y sombrero muy poco o nada higrófano.


También de cierta carnosidad hemos observado algunos grupos de Hebeloma longicaudum con un pronunciado olor a rábano o patata cruda y un largo pie.


De cierto porte, aunque muy poco carnosa, la Rhodocollybia butyracea, con pie color cuerno, muy engrosado en la base, pero muy blando y meduloso, correspondería a la variedad "asema"


Y algo más carnosa y consistente otra especie que se pone grisácea al manipularla, el Lyophyllum semitale.


Entre los musgos encontramos por gran parte de la zona rastreada pequeños grupos del Leucocybe candicans, un Clitocybe de láminas muy poco decurrentes y sombrero muy poco embudado, de una coloración uniforme, no higrófana y como satinada.


Y las más interesantes desde un punto de vista micológico han sido el Gymnopus fuscopurpureus, de pie muy consistente y algodonoso en la base y unas láminas oscuras y muy espaciadas.


Y la pequeña Lepiota cristata, con un peculiar olor como de gas, con un anillo en el pie, más o menos definido. 


Y unas peculiares esporas provistas de un espolón por donde se sujetan al basidio.


Sin embargo, la mayor diversidad micológica y las especies más interesantes observados han sido de pequeño tamaño y en donde el microscopio es imprescindible para su determinación, pero son su mayor atractivo. Entre los musgos y entre la hojarasca se observan diversas especies de Mycena entre las que destacamos la Mycena filopes.


Para su reconocimiento es básico observar las aristas de las láminas tapizadas de cistidios en brocha con numerosas pequeñas digitaciones.


A simple vista muy parecida la Mycena abramsii, que salen sobre ramitas enterradas.


Las aristas de las láminas, en este caso, están tapizadas de cistidios muy diferentes, muy grandes y lanceolados.


También entre los musgos observamos otras especies de forma muy similar a las anteriores, pero con coloraciones ocráceas, incluso en las láminas, se trata de la Galerina vittiformis.


También en estas especies de Galerina los cistidios que tapizan las aristas son fundamentales en la identificación, en esta especie son fusiformes, con base bulbosa y terminados en larga punta no capitada.


Es muy fácil que nos pasen desapercibidos unos pequeños hongos que desarrollan sobre las hojitas de los Quercus, se trata del Collybiopsis quercophila=Marasmius splachnoides=Gymnopus quercophilus. un diminuto marasmio de las hojitas de pie filiforme marrón y sombrero coloreado, al menos en el centro.


En ambientes singulares encontramos otras especies peculiares como el Leocarpus fragilis, en estos momentos en fase plasmodial, recubriendo restos vegetales de todo tipo a nivel de suelo.


Sobre ramitas de Quercus un llamativo hongo azulado y muy vistoso, la Terana coerulea.


Y por último, si echamos un vistazo con una buena lupa a los numerosos excrementos de vaca y caballo que encontramos en la zona el mundo micológico que observamos no dejará de sorprendernos.


Unos pequeños discos amarillos con el borde decorado con pestañas, más o menos coloreadas, suelen ser apotecios de Cheilymenia.


En este caso se trata de la Cheilymenia fimicola provista de muy pocas pestañas en los bordes del apotecio.


En esta especie las pestañas o cilios son de un solo tipo con base apenas ramificada.


Y mucho más diminutos, como se aprecia en la escala de la foto, con menos de medio milímetro de diámetro observamos apotecios de Coprotus leucopocillum, entre otros muchos hongos coprófilos.


Aunque se trata de una diminuta especie presenta unas grandes ascas con ocho esporas elipsoidales, lisas y bastante cortas.

Relación de especies observadas

Cheilymenia fimicola, Clitocybe gibba, Clitocybe nebularis, Cortinarius trivialis, Crepidotus cesatii, Fuscoporia torulosa, Galerina vittiformis, Gymnopus dryophilus, Gymnopus fuscopurpureus, Hebeloma longicaudum, Hemimycena lactea, Hyphodontia quercina, Leocarpus fragilis, Lepiota cristata, Lepista nuda, Leucocybe candicans, Lyophyllum semitale, Marasmius splachnoides, Mycena abramsii, Mycena filopes, Mycena pura, Psathyrella conopilus, Psilocybe subcoprophila, Radulomyces molaris, Rhodocollybia butyracea, Stereum ochraceoflavum, Stereum subtomentosum, Terana coerulea, Tubaria romagnesiana, Xylaria hypoxylon, 


No hay comentarios:

Publicar un comentario