miércoles, 24 de mayo de 2023

Valle Esteríbar y Anué (21/5/2023) Hayedo.

 Las lluvias de hace unos días han empezado a mover las fructificaciones de algunos hongos carnosos, Agaricales, y hemos encontrado algunas especies interesantes, sin embargo, siguen siendo las ramas y troncos los sustratos donde encontramos especies más raras e interesantes, principalmente Afiloforales y algunos Ascomicetos.


Empiezan a brotar fructificaciones de Amanita excelsa var spissa.

Apotecios de Ascomicetos que aparentan pezizas por su forma de olla directamente pegada al suelo, sin embargo, si las arrancamos con cuidado no llevamos una sorpresa.


Presentan un pie inmerso en la tierra y provistos de costillas o pliegues longitudinales lo que nos lleva a una especie interesante, Helvella queletii = Paxina queletii.


Justo al lado otra especie muy próxima, pero con un pie mucho más desarrollado y no inmerso en la tierra y con himenio en forma de pliegues o silla de montar, Helvella lacunosa.


Pocos metros más adelante nos encontramos con otra especie similar, pero esta carente de pie, Peziza badia.

Algo parecido nos encontramos con otra especie muy común, Gymnopus dryophilus.


No muy alejado otra especie similar, pero con base del pie bulbosa de la que salen rizoides blancos, Gymnopus aquosus.


Detalle de la base del pie y de los rizoides que salen.


Y también muy parecida a las anteriores pero mucho más rara e interesante Hydropus subalpinus.


En este caso hay que echar mano del microscopio para comprobar los grandes cistidios que tapizan los bordes o aristas de las láminas, algo realmente raro entre este tipo de hongos.


Debida a la presencia de ganado, caballos, en la zona encontramos diversas especies nitrófilas como Stropharia semiglobata.


Y sobre tocones muy descompuestos, Coprinellus micaceus.


También sobre tocones y troncos muy descompuestos encontramos otro grupo de seres vivos interesantes, se trata de Myxomicetos, durante muchos años considerados como hongos y acutalmente forman parte de un Reino diferente, en este caso Leocarpus fragilis en forma plasmodial




Sin embargo, son Afiloforales, las especies más olvidadas y por tanto más raras e interesantes, en este caso una corteza blanca que observada con lupa presenta una superficie ciliada, Subulicystium longisporum.


Como en casi todos los casos es el microscopio el que nos muestra los aspectos más interesantes y que permiten su identificación, en este caso los alrgos cistidios lanceolados e incrustados.


Parecido el Steccherinum fimbriatum, otra corteza de bordes deshilachados (fimbriados) y superficie recubierta de pequeños aguijones.


Estso aguijones están tapizados de cistidos cilíndricos, salientes y recubiertos de cristalizaciones.



Con superficie también tapizada de granulaciones, Hyphodermella corrugata.


De aspecto similar a las anteriores cortezas, pero esta vez con superficie lisa, primer cita para Navarra, Crustoderma corneum.


Caracterízada microscópicamente por sus largos cistidios cilíndricos, tipo leptocistidio, y sus largas esporas un poco curvadas en forma de salchicha.



Por último terminamos con otra especie interesante, aunque segunda cita para Navarra, Mollisia elegantior.


Es igualmente al microscopio como es necesario reconocerla, muestra unas grandes esporas fusiformes y unas ascas que se tornan rojizas con el lugol, dextrinoides, y que presentan un poro de apertura que se pone azul con el mismo reactivo, amiloide.


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