Valle de Allín (1/5/2022) Carrascal y soto fluvial

 Paseo micológico con algunas observaciones interesantes de especies primaverales y, por supuesto, otras no específicas generalmente de madera.

Tiempo de colmenillas o morillas, entre los carrascales nos hemos podido encontrar a la Morchella costata cuyo nombre le viene de esas costillas relevantes que recorren la cabeza de la extemidad hacia la base, al principio bastante regularmente.

Entre ambas costillas longitudinales presenta otras secundarias tranversales. Todo el hongo es hueco y en los ejemplares maduros apenas hay diferenciación entre el pie y la cabeza fértil.

Ya en la parte baja del carrascal y más propiamente en el soto fluvial hemos tenido la ocasión de hacer una buena cosecha de la más común Morchella esculenta, la más consumida, aunque como es bien sabido, hay que desecarlas previamente de lo contrario son peligrosas.

También entre la hojarasca del carrasca y preferentemente en los bordes de caminos hemos encontrado abundantemente la Peziza phyllogena, de grandes dimensiones.

Muy parecida en colorido, en general más pequeña, y dotada de un pie cons costillas inmerso en el suelo la Helvella acetabulum.

Y en la proximidad de unos pinos carrascos de repoblación una peciza típica de pinares que aparece como una gruesa patata semienterrada que se abre en estrella, con una gruesa pared y un interior violáceo, Sarcosphaera coronaria.

Entre las pocos Agaricales o "setas típicas" observadas se encuentra el Inocybe cervicolor, una seta característica por su fuerte olor a moho o tierra y el enrojecimiento de su carne al partir, seta muy peligrosa.

Sobre troncos muertos, probablemente de chopo, diversos yesqueros entre los que destacamos por su interes, dos de ellos, el Lenzites betulina que presneta láminas por debajo en vez de poros. 

Y el Coriolopsis gallica de sombre muy peloso hirsuto, muy débilmente zonado y con gruesos poros por debjao.