Son un conjunto de especies que se conocen popularmente como “Cuescos de lobo”, “Bejines”, “Pedos de lobo”, “Astaputz”, “Esclatabufa”, “Pet de llop”, “Fungo de sapo”, “Fungato”, “Bufo de vella”, “Otso putza”, etc.
Los cuescos de lobo son setas del grupo de los Gasteromicetos, característicos por su forma de pera con superficie recubierta de granulaciones o aguijones más o menos largos y pronunciados según las especies, caducos en la madurez. La parte superior, más ensanchada, en la madurez su interior se vuelve polvo de esporas que salen por un orificio apical, mientras que la parte inferior constituye un pie que no se vuelve pulverulento, simplemente se transforma en un tejido crema o marrón claro formado por celdillas poligonales que no producen esporas
Comprende unas cuantas especies muy parecidas y con características tanto morfológicas como medicinales similares.
La mayor parte de las especies desarrollan en zonas de ganado, campos, bordes de caminos o incluso bosques de todo tipo. Cuando los animales los pisan favorecen la dispersión de sus esporas.
Son hongos comestibles de baja calidad antes de la madurez cuando el interior es completamente blanco, pero en este estado no presentan propiedades medicinales destacables. Los cuescos de lobo inmaduros y perfectamente limpios de tierra se consumen fritos en rodajas como las patatas fritas o enteras como pequeños champiñones.
Como uso medicinal, por tanto, solo se usan las esporas aplicadas directamente, bien sea apretando el hongo para que salgan por la abertura apical o bien triturando en un molinillo varias setas maduras y secas y convirtiendo todo en una especie de masa algodonosa totalmente impregnada de esporas.
PROPIEDADES MEDICINALES Y APLICACIONES
Desde el siglo XVII existen manuscritos en Italia que recogen el uso de estas setas para tratar problemas de la piel: hemorragias, úlceras, sabañones…
Los cirujanos europeos del siglo XIX utilizaban el polvo de Lycoperdon perlatum, para la cicatrización de heridas.
En la actualidad no conocemos estudios científicos al respecto pero si disponemos de muchas experiencias, personales y ajenas, del uso de las esporas de estos hongos como antibióticos, hemostáticos y cicatrizantes.
Se utiliza como hemostático para reducir las hemorragias nasales y de otro tipo posiblemente por la gran capacidad de las esporas por absorber líquidos y desecar con lo que favorecen la coagulación de la sangre.
Hay experiencias de su uso tópico en infecciones bacterianas o de virus de la piel con excelentes resultados antisépticos y también hay que destacar su uso en el caso de quemaduras y grandes heridas por su capacidad de regenerar la piel y no dejar marcas, de gran importancia estética.
También hay registradas experiencias de gente del campo que los utiliza para los sabañones con excelentes resultados.
Los polvos de esporas de los Lycoperdon mantenidos un rato en la lengua actúan como antiséptico y la limpian cuando se ha ensuciado como consecuencia de malas digestiones.
Algunos pedos de lobo, desconocidos o casi desconocidos en Europa, como Lycoperdon mixtecorum o L. marginatum, e incluso algunas especies de Bovista y Calvatia se les atribuyen propiedades alucinógenas y eran utilizados en México, como otros hongos alucinógenos, los monguis, produciendo efectos soporíferos y alucinaciones auditivas.
COMPOSICIÓN
El pedo de lobo perlado, Lycoperdon perlatum, tiene en su composición calvasterona, sustancia cicatrizante que ayuda a cortar las hemorragias. También posee ácido calvático que actúa como antibiótico y desinfectante.
EFECTOS SECUNDARIOS
La inhalación de grandes cantidades de esporas Lycoperdon, puede causar afecciones respiratorias conocidas como Lycoperdonosis, con síntomas de neumonía y afecciones diversas en los pulmones, luego se producen náuseas, pulso rápido, estertores crepitantes y disnea. Esos síntomas están acompañados muchas veces por fiebre, mialgia y fatiga.
También hay que tener cuidado de no confundir las especies de Lycoperdon con las de Scleroderma cuya esporas, muy al contrario, son tóxicas y afectan al sistema respiratorio.
No hay comentarios:
Publicar un comentario