Entre los hongos cuyos carpóforos tienen un himenio en tubos, lo que popularmente en algunos lugares se les conoce como "hongos", y pertenecientes al antiguo género Boletus hoy subdividido en varios géneros, hay algunos que los presentan tintados de rojo, lo que de primera vista asusta y realmente esa es su finalidad.
Excelente comestible, el Boletus erythropus es uno de los más comunes. Se caracteriza por su sombrero completamente seco y un poco afelpado, marrón más o menos oscuro, sus poros rojos, su pie rojo, “sin retícula” y su carne espectacularmente azuleante en pocos segundos.
Con grandes parecidos con el anterior el Suillellus queletii presenta un sombrero ligeramente viscoso en tiempo húmedo y pie igualmente con punteaduras, pero con una base de un llamativo color remolacha. Tan buen comestible como el anterior.
E igualmente parecido a los dos anteriores el Suillellus luridus, también tiene un sombrero un poco viscoso en tiempo húmedo, pero el pie típicamente presenta una retícula muy alargada y difuminada y una curiosa coloración rojiza bajo la capa de tubos. Buen comestible como los anteriores.
El Suillellus dupainii es un precioso hongo de poros rojos con sombrero de un bello color rojizo y más netamente viscoso, pie sin retícula muy sutilmente punteado y carne fuertemente azuleante.
El Suillellus rhodoxanthus es por el contrario un hongo tóxico, característico por sus poros muy rojos, su pie amarillo marcado con una elegante y bien definida retícula roja y su carne amarilla que solo azulea fuertemente al corte a nivel del sombrero.
Macroscópicamente el Rubroboletus legaliae es casi indistinguible del anterior, sobre todo en tiempo seco, su sombrero es completamente seco incluso en tiempo húmedo pero lo más importante es que su carne azulea tanto en el sombrero como en el pi, igualmente tóxica como la anterior.
De un espectacular azuleamiento casi de inmediato al corte el Imperator rhodopurpureus es otro hongo tóxico como los dos anteriores y muy parecido, pero de sombrero seco, afelpado y rosado que azulea al menor toque.
Con sombrero también rojizo o rosado como el anterior y de gran belleza, pero con pie amarillo sin una retícula clara y una carne blanca que azulea un poco al partir y oxidarse al aire, el Rubroboletus lupinus, que a diferencia de los anteriores es una especie tóxica en crudo, pero buen comestible después de una prolongada cocción.
El más conocido y más peligroso como su nombre indica es el Rubroboletus satanas, hongo tóxico y reconocible por su sombrero crema o blanquecino, sus poros rojos y su pie muy grueso y corto, rojizo o sonrosado con una retícula rojiza, a veces no muy aparente,y carne blanca muy poco y lentamente azuleante al corte.
Por último y casi testimonial ya que se trata de un hongo muy raro en estas latitudes, el Suillellus permagníficus, es un pequeño hongo de menos de 5 cm de diámetro de un bello color rojizo y claramente viscoso y con pie provisto de una retícula no muy bien definida.